Arkaitz+Saioa. Boda en el Lezika de Kortezubi from Patricia Llamazares Fotografía on Vimeo.
Saioa y Arkaitz se casaron el 12 de Mayo en Lumo (Bizkaia), en un sábado lluvioso como tantos que nos ha dejado esta primavera en Euskadi. Después celebraron su boda en el asador Lezika de Kortezubi.
Boda en el asador Lezika de Kortezubi
Ella, la novia que se enamoró de un vestido de Stella York en pinterest y que no paró hasta que lo localizó en una boutique de Ferrol.
Son una pareja familiar, algo que han dejado patente desde el principio. En su preboda, parte de las fotos de la sesión las hicimos en el baserri de Arkaitz y el día de su boda, ambos optaron por vestirse en sus casas, arropados por familiares y amigos cercanos.
Comenzamos la mañana en Kortezubi. Después de la peluquería, cuando llegamos al caserío familiar, Arkaitz ya estaba abriendo una botella de vino y su padre cortando jamón para ofrecernos. En la puerta esperaba el coche que llevaría al novio a la iglesia y aunque todos andaban de allá para acá, había un ambiente tranquilo, distendido. Los padres, hermanos y algunos primos y amigos de Arkaitz estaban allí para comenzar el día en el baserri con él.
El vestido de la novia
Saioa estaba más nerviosa. En Lumo, y muy cerquita de la iglesia donde después se casarían, nos esperaba en casa de sus padres con su familia y su mejor amiga. Ella, la novia que se enamoró de un vestido de Stella York en pinterest y que no paró hasta que lo localizó en una boutique de Ferrol. Cuando se lo probó se dio cuenta de que estaba hecho para ella y de que sus escapadas a Galicia a las pruebas de vestuario merecerían la pena.
Una boda de momentos emotivos
Si algo ha caracterizado la boda de Arkaitz y Saioa son todos los momentos emotivos que vivieron durante todo el día. Desde el principio, desde las primeras lágrimas que Saioa no puedo aguantar cuando su madre le abrazó ya vestida de novia, hasta el baile, donde el hermano de Arkaitz seguía emocionándose con cada momento del que era partícipe.
En la ceremonia, el momento más especial fue, sin duda, el homenaje que el coro al que pertenece la novia les hizo a ambos. Sus integrantes se distribuyeron por los distintos rincones de la iglesia y el altar. Así, rodeada por sus compañeros, Saioa pudo cantar una canción con ellos una vez más. Fue un momento que ninguno olvidaremos, seguro.
Un pan para sustituir a las arras
En su boda no hubo arras, se compartió un pan que las damitas de honor se ocuparon de custodiar. Después, tal y como cuenta la novia que ella hizo también de pequeña en la boda de su tía, las niñas se lo comieron.
Una vez casados, y tras recibir a los novios con arroz, lentejas -¡y hasta garbanzos!- a la salida de la iglesia les esperaban sus amigos, arcos y espadas en mano, para brindarles un aurresku de honor. Algo que tradicionalmente hacen para todas las parejas de la cuadrilla que se casan.
¡Y dejó de llover! Al menos, un rato, el suficiente para poder llegar al restaurante Lezika de Kortezubi conduciendo un descapotable blanco y que empezara el convite. Y no, no paró la emoción. Regalos, canciones de sobremesa y bertsos recitados por algunos amigos de la pareja fueron algunos de los momentos que marcaron la comida.
Tradición, emoción y un buen rollo generalizado que caracterizó a esta boda y siguió durante el baile y el resto de la noche.
¡Zorionak bikote!