La boda de Ruben y Ana en Aranda from Patricia Llamazares Fotografía on Vimeo.
Cine, música indie, manualidades y mucho rosa. Si a este maravilloso cóctel le agregas un puñado de buena gente, el resultado es el enlace de Rubén y Ana, una boda en tierras del Cid.
Una preboda junto al mar
Cuando me llamaron para su enlace en Aranda de Duero, tenían claro lo que querían. Les había gustado nuestro estilo documental porque buscaban algo diferente para su DíaB. Desde entonces, hablamos por teléfono y por Skype para poco tiempo antes de la boda por fin conocernos. Fue aquí, en Euskadi. Decidieron hacer un viaje al norte para conocer Bizkaia y me dejaron «vía libre» para buscar un lugar bonito para hacer sus fotos.
Se prometieron en el faro de Santander, y como ellos mismos me trasmitieron les encanta el mar, y en cuanto pueden hacen una escapada para disfrutar del cantábrico, así que sabía que la playa sería un lugar que les encantaría para su sesión inlove.


Se casaron en agosto en el hotel Montermoso. Nosotros llegamos el día anterior y nada más pisar Aranda de Duero tenía un email de Ana y Rubén contándome qué podíamos visitar y dónde podíamos comer en su ciudad. «¿Preparada para las tierras del Cid?», rezaba su mensaje




La novia del vestido rosa
Se casaron en agosto en el hotel Montermoso. Nosotros llegamos el día anterior y nada más pisar Aranda de Duero tenía un email de Ana y Rubén contándome qué podíamos visitar y dónde podíamos comer en su ciudad. «¿Preparada para las tierras del Cid?», rezaba su mensaje. ¡Así da gusto viajar! Siempre me ha gustado hacer bodas de destino, por aquello de conocer lugares y costumbres bodiles nuevas, pero cuando te lo ponen tan fácil es un verdadero placer.
Una novia de rosa, como las princesas Disney, y con un tocado de cristal que ella misma se había hecho.
Su boda fue al aire libre y totalmente DIY. Sólo las manos de una artista como Ana podían crear cada detalle de forma artesanal. Los meseros, la cartelería, mobiliario, la decoración, las flores… se encargaron de personalizar cada rincón de la finca.
Pero Ana no es la única artista de la familia. Ya sabía que su padre era fotógrafo, y en cuanto llegamos a su casa, álbum en mano, Ana me enseñó antiguas fotos y retratos de su madre. Precisamente ella, su madre, fue quien hizo su vestido. Una novia de rosa, como las princesas Disney, y con un tocado de cristal que ella misma se había hecho.
Una ceremonia al aire libre
¡Ya estaba todo listo! Cuando comenzó la boda, Rubén esperaba muy emocionado a Ana junto a su hermana, y ambos se dejaron llevar en una ceremonia totalmente desconocida para ellos, ya que sus amigos y familia organizaron cada momento de ella para que fuera una sorpresa. En ella, también realizaron un ritual muy original, la ceremonia de la arena.
El resto del día fue una fiesta, donde tanto invitados como novios bailaron sin parar – hasta la jota del cordero– a golpe de sus canciones favoritas. Doy fé de que lo dieron todo y más. ¿Queréis ver un pedacito de su día?
Fotografía Patricia Llamazares / Restaurante Hotel Montermoso / Tocado Joyas d´Ana /Autobús Autocares Patri / Animación infantil Mago Blanco















































































































































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